Entrevista con el periódico El Tiempo, Bogotá (2017)

1 ¿Qué propósito tiene “I think I saw something about you doing something somewhere”? ¿Por qué la exposición tiene este nombre?

El título proviene de un artoon incluido en la exposición que tiene el texto “creo que vi por ahí algo de tí haciendo algo en algún lugar”, que es una frase típica del mundo del arte. Para aquellos que estamos familiarizados con ese mundo, es fácil identificarse con esa situación.

2 ¿De dónde surgió la idea de hacer una crítica a ese mundo del arte, del que no se tiene conocimiento?

Discrepo en ese punto. El mundo del arte no es una dimensión desconocida, no exageremos. Hay muchísima gente que tiene conocimiento del mundo del arte y que trabaja profesionalmente en ese medio, como cualquier otra disciplina. Es como si yo dijera que no se sabe nada de la medicina: por supuesto que se sabe, solo se da el caso que yo no soy cirujano, y una gran cantidad de personas afortunadamente no tienen el grado de ignorancia de medicina que tengo yo. Esta exposición es primordialmente para aquellos que viven y trabajan en el mundo del arte. La función de los artoons son la de comentar y mostrar las varias contradicciones y absurdos típicos del gremio. Ahora bien, a lo largo de los años mucha gente que no tiene relación alguna con el mundo del arte me ha comentado que han aprendido de los artoons para entender algunos de los intíngulis que éste genera.
Y finalmente, hay aspectos acerca de los artoons que se relacionan directamente a situaciones de la vida profesional a la que todos nos identificamos, como por ejemplo el artoon que dice “¡Eres el artista del momento! Oh, el momento ya pasó.” No hay que saber de arte para entender esa frase.

3 ¿De qué se tratan las series ‘Artoons’ y ‘Las aventuras de Olmeco Beuys’?
Comencé los Artoons como una broma en Facebook, cuando esa plataforma social nació. No sabía qué cosa poner en mi muro y se me ocurrió un día poner un dibujo al estilo de los cartones- técnicamente se les denomina “single panel cartoons”- que se suelen ver en la revista New Yorker, aunque con una perspectiva desde adentro del mundo del arte – es decir, no me interesaba lidiar con los clichés que critican al arte contemporáneo como algo incomprensible o excéntrico— para aquellos que lo vivimos a diario esos puntos de vista son como los comentarios de un turista ignorante que llega a un país y cree que el kitsch local es la cultura auténtica- sino hacer los comentarios sobre las experiencias reales que nosotros como profesionales tenemos a diario : las extrañas tensiones sociales que vivimos, la relación que tenemos con coleccionistas, curadores, críticos, etc.
Después cuando los artoons adquirieron visibilidad me invitaron a hacer algunos en México. Pero me pareció que nadie entendería ese formato de caricatura en México, por lo que se me ocurrió que sería mejor hacer algo más “autóctono”. Me pareció que lo mejor era situar al medio del arte en la era precolombina, y que el personaje principal fuera una especie de Charlie Brown pero a la vez artista conceptual en mesoamérica. De ahí surgió Olmeco Beuys, un artista olmeca incomprendido en medio del mundillo de artistas aztecas mediocres.

4 ¿Por qué, desde hace varios años, su trabajo se enfoca en decir esas verdades sobre el intercambio social del mundo del arte?

Quizás porque he trabajado como educador de museos por casi 30 años y me he dedicado a observar el tipo de interacción social que la gente tiene con el arte.

5 ¿Alguna vez ha recibido comentarios negativos (de forma directa) sobre su trabajo y la crítica que hace?

Más bien lo que generan los artoons son una especie de vergüenza privada. Rarísima vez hago un artoon que aluda directamente a una persona en particular, pues no quiero que mis artoons se perciban como ataques personales, pero la clase de tipologías y situaciones que presento suelen ser muy familiares para aquellos que navegan nuestra profesión. De cualquier manera, si alguien se ha sentido ofendido o avergonzado por verse reflejado en algún artoon nunca me lo ha dicho abiertamente, pero lo he percibido.

6 ¿Cuál cree qué es el motivo por el que su trabajo ha tenido tanto éxito?

La verdad yo no esperaba que los artoons llegaran a tener tal circulación. Su nivel de viralidad ha sido extremo. Hace poco pusimos uno en Eflux y en cuestión de horas llegó a los 25,000 “likes”. La gente me ha dicho que los artoons circulan en el medio artístico de Cairo, Hong Kong, y muchas otras ciudades remotas. Muchas veces la gente los postea sin saber quien es el autor, lo cual no me molesta realmente. Básicamente creo que los artoons tratan de temas universales de la práctica artística que se aplican a cualquier país. En todas partes hay artistas malos, en todas partes existe la pedantería y la pretensión, el arte cursi, el coleccionista ignorante, etcétera.

7 ¿Qué es lo que más le molesta en el arte?

El clasismo.

8 ¿Dónde encuentra esas verdades? ¿Las ha experimentado por sí mismo?

Los artoons son mi terapia personal. En vez de contratar a un psicólogo, hago artoons.

9 En sus vinilos, a veces el cinismo no se hace tan explícito.. ¿Cuál es la clave para que esto sea así y se logre un equilibrio entre la ironía, el sarcasmo y el humor?

He vivido en el contexto institucional, como he dicho, por tres décadas. Soy un animal amaestrado específicamente para ejercer ese equilibrio.

10 Usted hace, sobre todo, una crítica a ese arte elitista que solo vive del coleccionismo y a esos artistas que solo están interesados en la fama y en una vida cosmopolita..¿En realidad el arte es así? ¿Ya no hay esperanza? ¿Qué les diría a esos personajes?

No hay esperanza. El arte siempre ha sido y es elitista por naturaleza y siempre lo será. Punto.

11 ¿A qué se debe la falta de apoyo a los nuevos artistas?

Que los artistas se les apoye o no, no depende de si son nuevos o viejos, sino de si son buenos o malos.

12 ¿Por qué cree que ahora el arte está lleno de conceptos incomprensibles, que buscan adornar las obras?

Más bien se da el caso que el mundo está lleno de gente holgazana que cree que el arte es diversión y que todo arte debería de entenderse sin hacer el menor esfuerzo intelectual, y que todo aquello que no entienden ha sido hecho adrede para burlarse de ellos. Es realmente una actitud infantil de cuando el niño tiene unos dos años: para un niño de esa edad, todo aquello que no gira alrededor suyo no existe.
Pero por ejemplo: si uno no sabe nada de física cuántica, uno no abre un libro de física a la mitad y se siente con la capacidad de declarar que eso no es física. Sin embargo cualquier persona entra a una galería y se siente con la autoridad de declarar que algo no es arte. Uno no viaja a China sin hablar una palabra de chino y luego exigir que todos hablen su idioma. Hay que esforzarse por aprender. Quizá deba de añadir, aunque suene pretencioso pero lo he corroborado, que los artoons ayudan a entender un poco mejor al sistema social del arte.

¿De qué se trata su crítica a los coleccionistas independientes?

Confieso que son un blanco muy fácil porque se da el caso que la combinación de tener recursos monetarios y no tener el menor conocimiento de arte es muy común. Y esto genera situaciones muy cómicas. Son una de mis principales inspiraciones.

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