Pablo Helguera Archive

Hombre de Lata

Estoy tan lejos de ti
Y soy tan poco habil
Para salvar heroicos acantilados
Tanto de la vida como del amor,
Que no puedo alcanzarte.

Sólo sé que a veces
Te puedo tocar con palabras
Minúsculos hilos electronicos
Como las latas que servían de teléfono infantil
Y nos daban dificultosas, pero amenas, conversaciones
Con voces espaciales de metal,

Y me tengo que conformar
Con estos finos hilos de letras
Que por breves momentos te rozan
A horas extrañas de la noche
Horas extrañas como mis palabras,
Como mi presencia en tu vida,
A la mediatarde, o a la hora del yoga
Nunca sé cuando ni como,
Pero sé que te llegan
Y quizá los cuelgas en hilos como en un tendedero
Y a veces incluso te leo sonreir
Y a veces te siento quererme
Y yo sonrio y te amo y siento que hay algo,
Que algo de todo esto existe, después de todo,
Que es lo único que existe.

Solo nuestras líneas
Que no son sino fotones, juegos de luz, chispas silenciosas
Me llevan por las calles que caminas
Solo con ellas te sigo el rastro
En lo que te entreveras por el bosque de la ciudad.
Las migajas de pan electronico que me vas dejando
Como fiel sabueso miope que se guía por los olores
Sigo los charcos pequeños de tal o cual esquina
Que ocupan solo un Segundo de tu Mirada
Como el Rincon de aquel cuadro
O la ventana de tu cuarto y su jacaranda,
Que se vuelve violeta cuando pasa un colibrí,
Y todo aquello que es pequeño y olvidable,
Pero que lo constituye todo,
Y me lo haces ver, y en esos momentos
Todo me parece que ha sido hecho
Para vivirlo solo contigo.

Pero los hilos son frágiles,
Y se rompen a veces
Y uno queda Huerfano, atemorizado,
Suspendido en el aire sin paracaidas,
Aeronauta sentimental
Hombre de hojalata sin sentido.

Cómo quisiera que tuviéramos más que letras.
Cómo quisiera que tus palabras fueran formas, actos,
Que cada vocal fuera mas que ese aire
Que ni siquiera puedo respirar.
Quiero traerte hacia mí,
Pero no tengo nada más de momento que tus líneas,

Luego comprendo que en el mundo real no existen las líneas
Ni trigonometrías a base de electrodos,
Ni regla dorada que explique tu consciencia nocturna,
Las palabras solas no dan lineas rectas entre dos puntos,
Ni la ley de gravedad es responsible de mi gravedad,
Ni los teléfonos de lata existen ya.

Nada existe, en realidad, en este momento,
Sino tú, sin duda, en algún lugar,
Pero pensando seguramente en otra cosa,
Y yo, con mi gran angustia,
De algun dia ya no encontrarte
Del otro lado
De este fragil hilo
De letras.